Justo al siguiente día de firmarse en Marruecos el "Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de la Organización las Naciones Unidas" en el que participó nuestros insigne Ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard en representación del gobierno de México; Andrés Manuel López Obrador recibe una llamada telefónica de su homónimo estadounidense, Donald Trump, para hablar "casual y precisamente" sobre el tema de las caravanas migratorias desde América Central.

​

La llamada del presidente Trump se produce también el mismo día en que el mandatario estadounidense exigió a los líderes del Congreso fondos para construir el muro fronterizo con México, que además de adoptar el pacto, presentó el "Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica", propuesto por el propio Presidente Obrador para reducir la migración y atender sus causas estructurales con inversión y desarrollo en Guatemala, El Salvador y Honduras.

​

A través de su cuenta de Twitter @lopezobrador_ el presidente de México indicó que la conversación, vía telefónica, fue exactamente sobre el mencionado plan, como si el "patrón" estuviese llamando al "sirviente" para saber si sus órdenes fueron cumplidas, ya que en dicho pacto aprobado por unos 150 países no participaron los Estados Unidos, Chile, Australia, ni varias naciones europeas.

 

El acuerdo que tiene como objetivo fortalecer la cooperación internacional para lograr que la migración se produzca de una forma “segura, ordenada y regular", además, obliga a los países a afrontar los fenómenos migratorios de forma conjunta, por lo que México se ve forzado a participar en la solución de los efectos causados por el fenómeno migratorio, así como absorber una determinada cuota de migrantes.

​

El primer país en desmarcarse del acuerdo fue Estados Unidos, que ya desde el principio se había opuesto al pacto. Pero no fue el único, al menos seis países de la Unión Europea también lo hicieron. Entre estos figuran Austria, República Checa, Hungría, Letonia, Polonia y Eslovaquia.

​

En Bélgica, el Gobierno tripartito liderado por Charles Michel se fragmentó debido a la determinación del primer ministro a asistir a la cumbre, algo que los nacionalistas Flamencos del N-VA no aceptaron, por lo que cinco ministros de ese partido renunciaron.

​

Australia tampoco se adhirió. Este último dijo en noviembre que no haría parte del trato porque este pondría en peligro la seguridad nacional. Chile también se desmarcó al anunciar el domingo 9 de diciembre que no participaría en la reunión.

​

En tanto la otrora inamovible canciller alemana Angela Merkel, se pronunció a favor aludiendo que "la emigración trae prosperidad", y criticó "las ansiedades y temores", así como la información "falsa que difunden quienes se oponen al pacto", poniendo en evidencia que al igual que México, se ve presionada.

​

Una "coincidente" serie de eventos

​

Hilando estas "coincidencias", de las cuales en México no se ha hablado a profundidad, ¿O alguien estaba enterado que Ebrard participaría en dicha reunión de las Naciones Unidas realizada en Marruecos?, la inmediata comunicación justo "al día siguiente" y las declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien dijo que el gobierno de Estados Unidos está complacido de ayudar a México para prevenir la migración en sus orígenes en los violentos Honduras, Guatemala y El Salvador.

 

“Sinceramente, lo más importante que podemos hacer es cerrar el flujo desde esos tres países” y “Tenemos que controlar esa frontera que es nuestra y ellos tienen que controlar la frontera que es de ellos. Estamos felices de apoyarlos para tratar de hacer las cosas que podamos para ayudarlos, pero esto es realmente un tema de seguridad nacional para Estados Unidos” confesó Pompeo. 

 

Acto seguido el presidente López Obrador se apresura a declarar que "trabajaremos en conjunto para resolver el tema migratorio y la posibilidad de aplicar un programa para el desarrollo y la creación de empleos en Centroamérica y México". Saquen ustedes sus propias conclusiones.