Con el protocolo en el Campo Marte se cerró el círculo del recibimiento a AMLO como presidente de México y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
La mañana de este domingo 2 de diciembre tuvo lugar la Ceremonia de Salutación de las Fuerzas Armadas al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, en el Campo Deportivo Militar Marte de la Ciudad de México. Veintiún cañonazos se detonaron con la bandera a toda asta y militares de tierra, mar y aire presentaron sus honores al nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.
Durante el ritual más importante en el ámbito castrense, López Obrador estuvo flanqueado por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el General Luis Cresencio Sandoval González, y el de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), el Almirante José Rafael Ojeda Durán. Los 23 generales de división y 19 almirantes 3 estrellas, junto con sus tropas, también saludaron al presidente mexicano, investido con sus cinco estrellas de comandante supremo, e hicieron lo propio con los jefes de la Sedena y la Semar, que portarán cuatro estrellas por debajo del Presidente.
Con el protocolo en el Campo Marte, que tradicionalmente se utiliza para ceremonias militares y presidenciales, se cerró el círculo del recibimiento al nuevo Presidente de la República Mexicana.
Se trata de un protocolo que “simboliza el poder del presidente”, dice el politólogo y experto en fuerzas armadas y seguridad nacional, Emilio Vizarretea Rosales.
Vizarretea Rosales, quien es catedrático del posgrado en el Centro de Estudios Superiores Navales, de la Semar, explica los orígenes de esta ceremonia:
“En esta el presidente establece la fortaleza del poder civil por encima del poder militar. Esto ya se establecía en la Constitución de 1917, pero es el general Cárdenas quien institucionaliza el poder del Presidente, eso es importante porque en la legislación se estableció ya no solo en la teoría sino en la práctica, un poder por encima de los pequeños poderes regionales que había en el México posrevolucionario. A partir de ello, ya con la llegada al poder de Miguel Alemán lo que tenemos es, literalmente, el control del Presidente sobre todas las Fuerzas Armadas”.
El ritual en el que, oficialmente, al presidente Andrés Manuel López Obrador se le reconoce su grado de cinco estrellas, “significa el reconocimiento de que no existe por encima del presidente ningún otro poder”, explica Vizarretea.
Esta ceremonia para la doctrina militar es la más importante “porque significa el reconocimiento de todas las Fuerzas Armadas —del Ejército de tierra, de la Fuerza Aérea y de la Armada de México—, entonces logramos tener lo que en términos estrictos es el presidencialismo en toda su expresión. Simboliza no solo el poder del Presidente sino su poder absoluto, y que no hay nadie que le pueda competir en el manejo, mando y disposición de las Fuerzas Armadas”.
21 cañonazos
En la tradición militar se lanzan 21 salvas de artillería como salutación al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Es un protocolo en el que, en México se hace tributo solamente al presidente en funciones, y en la ideología militar es el honor más alto.
Para los militares los cañonazos simbolizan el reconocimiento de todos esos soldados del aire, tierra y mar, para con su jefe supremo, en un protocolo donde a tres kilómetros de distancia, por el estruendo de cada cañonazo se sabe que allí está presente el Comandante Supremo.
Así, en cada evento en las instalaciones militares a las que acuda Andrés Manuel López Obrador por los siguientes seis años, en su honor se lanzarán los famosos 21 cañonazos.
Transferencia de mando
El cambio de gobierno tiene en el ámbito militar su propio protocolo. El ritual en la transferencia de poder en las fuerzas castrenses para quienes ocuparán el Alto Mando en el sexenio de López Obrador (2018-2024) inició la noche del 30 de noviembre, cuando a los todavía secretarios de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda, y de la Marina Armada de México, Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, se les retiró una de las cuatro estrellas que portan en su calidad de alto mando, para volver a ser General y Almirante de tres estrellas, y a su vez, sus sucesores, Luis Crescencio Sandoval González, y José Rafael Ojeda Durán reciben esa cuarta estrella que los identifica como secretarios.
El relevo en cada una de estas secretarías se cumple de manera tradicional a las cero horas del día que comienza el nuevo gobierno para evitar vacíos de sus funciones.
En el cambio de investidura, en las instalaciones de la Sedena, en la Plaza de la Lealtad, el General Salvador Cienfuegos Zepeda le entregó el mando al General Luis Cresencio Sandoval González. En tanto que en el Patio de Honor de la Semar, Soberón Sanz entregó a su sucesor Ojeda Durán, el Sable de Mando.
Ya como secretarios, ambos estuvieron presentes en la ceremonia de transferencia de poderes en San Lázaro.
Views: 8132
Comments