Expertos internacionales alertan sobre los riesgos de que el gobierno de López Obrador se obstine en conformar una Guardia Nacional que quede bajo un mando militar y se haga cargo de las labores de seguridad pública en México. Dar más poder a las fuerzas armadas, alertan, constituye “un error colosal”, y supone un “retroceso democrático muy peligroso para todos”, dicen a Newsweek México.
Lo que los titulares de las fuerzas armadas han conversado con el presidente electo de México durante la etapa de transición gubernamental es un misterio. Se desconoce el reporte que le habrían expuesto sobre el país que gobernará a partir del 1 de diciembre, así como los acuerdos a los que habrían llegado. Pero tal parece que Andrés Manuel López Obrador ya se cuadró con los militares, primero, aceptando las ternas para designar a sus sucesores y, luego, permitiéndoles participar de forma decisiva en su próximo gobierno.
El discurso de AMLO sobre el rol que deben tener las fuerzas armadas en nuestro país ha dado un giro de 180 grados. De afirmar como candidato presidencial que “tenemos que ir sacando al Ejército de la calles, no está preparado para esta función…” hoy busca otorgarles amplias atribuciones en materia de seguridad pública. Y su postura la secundan miembros de su gabinete y legisladores de su partido —Morena— que cuenta con mayoría en el Congreso.
Arguyendo que solo las fuerzas armadas pueden hacer frente a la crisis de seguridad que se vive en México, el pasado 20 de noviembre Morena presentó en la Cámara de Diputados una iniciativa de ley para crear la Guardia Nacional. Esta figura, a decir de diversos expertos, otorgará metapoderes a las fuerzas armadas en las labores de seguridad pública. Como contraviene la Constitución mexicana, Morena propone reformar 13 artículos (el 13, 16, 21, 31, 32, 36, 55, 73, 76, 78, 82, 89 y 123) para así poder “legalizar” la actuación de los elementos castrenses.
La nueva iniciativa de ley se presentó días después de que la Suprema Corte de la Nación declaró anticonstitucional la Ley de Seguridad Interior. Y a la nueva propuesta del gobierno entrante se le tilda como “una versión vitaminada y mucho más peligrosa” para nuestro país.
Así lo considera la abogada Angelita Baeyens, miembro del Centro de Derechos Humanos Robert F. Kennedy. Este centro, junto con nueve organizaciones internacionales más constituyeron el Observatorio Internacional sobre Derechos Humanos en México luego de que, el año pasado, se aprobó la polémica Ley de Seguridad Interior que recientemente la Suprema Corte declaró inconstitucional. Ahora el observatorio alerta que la propuesta que impulsan AMLO y su gabinete es aún más grave:
“Vemos con muchísima preocupación que lo que ahora plantea el nuevo gobierno es la misma estrategia de usar a los militares para combatir la inseguridad, pero otorgándoles muchos más poderes. Ya se demostró que esa estrategia que se usó en la última década no solo fracasó, sino que hizo que la inseguridad aumentara —y ahora es lo mismo de lo que ya había, pero en una versión vitaminada”, comenta Baeyens a Newsweek México.
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